En Podomas tratamos las uñas encarnadas con técnicas seguras y sin dolor. Te explico sus causas, síntomas y los tratamientos más efectivos para recuperar la salud de tus pies.
¿Qué es una uña encarnada y por qué ocurre?
Como podólogo profesional en Podomas, recibo cada semana a pacientes que llegan con dolor, enrojecimiento o inflamación alrededor de una uña del pie, especialmente del dedo gordo. Esto se debe a una uña encarnada, una condición en la que el borde de la uña se clava en la piel, causando molestias que pueden llegar a convertirse en una infección si no se trata a tiempo.
Las causas más comunes incluyen el corte inadecuado de las uñas, el uso de zapatos muy ajustados o golpes repetitivos en el pie, como ocurre en deportistas o corredores. También influye la forma natural de la uña, que puede ser más curva o crecer hacia dentro.
Síntomas que indican una uña encarnada
Los síntomas suelen comenzar de forma leve, pero si no se atienden pueden empeorar rápidamente. Entre los principales signos se encuentran:
- Dolor o sensibilidad en el borde de la uña.
- Enrojecimiento e hinchazón de la piel que la rodea.
- Secreción o presencia de pus, lo que indica una posible infección.
- Dificultad para calzarse o caminar con normalidad.
En Podomas siempre evaluamos el nivel de compromiso del tejido para determinar si es un caso leve que puede resolverse con una técnica conservadora, o si requiere un procedimiento podológico especializado.


Tratamiento profesional en Podomas
El primer paso es no intentar cortar la uña en casa, ya que eso puede empeorar la lesión o causar una infección.
En nuestra clínica podológica, realizamos una evaluación completa del dedo afectado y aplicamos técnicas específicas según el grado de encarnamiento.
Los tratamientos más comunes incluyen:
- Limpieza y desinfección profunda: eliminamos restos de tejido inflamado y limpiamos el canal ungueal.
- Corrección del borde de la uña: utilizamos herramientas podológicas precisas para liberar el borde clavado sin causar dolor.
- Colocación de dispositivos correctores: en algunos casos, colocamos una ortoniquia (bracket o clip) que guía el crecimiento de la uña de forma natural.
- Tratamiento con láser o antimicrobianos: si hay infección, aplicamos terapias específicas para eliminar bacterias y acelerar la cicatrización.
En situaciones más avanzadas, donde hay tejido inflamatorio persistente, realizamos un procedimiento mínimamente invasivo que elimina la parte del borde afectado, evitando futuras recurrencias.

Cuidados y prevención en casa
Tras el tratamiento, recomiendo seguir estos cuidados en casa para evitar que la uña vuelva a encarnarse:
- Corta tus uñas rectas, sin redondear los bordes.
- Usa calzado amplio y cómodo, especialmente en la zona de los dedos.
- Evita manipular la uña por tu cuenta, ya que podrías causar una herida.
- Lava y seca bien los pies cada día, manteniendo una buena higiene.
- Si practicas deportes de impacto, revisa regularmente tus uñas con un podólogo.
En Podomas acompañamos a cada paciente durante el proceso de recuperación, haciendo controles periódicos para asegurar que la uña crece correctamente y sin molestias.
Conclusión: no ignores una uña encarnada
Una uña encarnada puede parecer algo menor, pero si no se trata adecuadamente puede derivar en infecciones dolorosas o deformaciones permanentes. La buena noticia es que, con una atención profesional y un manejo adecuado, la recuperación es rápida y sin complicaciones.
Si estás sintiendo dolor o molestias en tus uñas, te invito a agendar tu consulta en Podomas.
Tu salud podológica merece atención profesional y personalizada.


